
Nada es eterno, ni siquiera nuestras vidas, las cual Dios nos ha regalado, todo es prestado en esta vida, es difícil enfrentar a nuestro presente porque añoramos demasiado nuestro pasado.
Todo se va, todo termina, lo único que siempre quedará a nuestro lado es lo que Dios tenía para nuestras vidas, lo demás se irá de nuestra vida y nos quedaremos con lo que hemos logrado conservar, que es lo que nos quedará cuando ya nuestro cabello se haya plateado y nuestros pasos sean más lentos.
La vida pasa, y cada vez que se te va un día, ese día ya no vuelve nunca más…
No hay comentarios:
Publicar un comentario