
- ¿Puedo ir a jugar con mi amigo?
- Claro que sí, hijo
- ¿Puedo tomar un trozo de pan para Él?
- Por supuesto querido
Resulto extraño el ultimo pedido y la madre decidió salir 15 minutos después y cruzar la calle para ver con quien estaba jugando su hijo...
Al llegar la madre encuentra una inesperada escena:
El amigo de su hijo era un perro callejero.
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