"¡Vamos a casa, Juan!"
Más que imperativa, la frase sonó a desahogo. A ese desahogo que, después de 12 días, Sergio exteriorizó al reencontrarse con el Juan en cuestión, un labrador amarillo de cuatro años que no dejaba de mover su cola de un lado para el otro.
Justamente de reencuentros con las mascotas perdidas durante el trágico temporal del martes 2 se trató la especial jornada que ayer tuvo como escenario la plaza Islas Malvinas de esta ciudad, a partir de la convocatoria lanzada en las redes sociales por asociaciones locales de defensa de los derechos del animal.
Sin importar lo anárquico que por momentos resultaba el incesante ir y venir en pos del esperado reencuentro, las cientos de personas que se hicieron presentes en el amplio espacio verde transitaban con la mascota rescatada, o bien en la desesperada búsqueda de su perro extraviado.
A través del trabajo de decenas de voluntarios que recababan datos para confeccionar un registro de buscados y encontrados, la gente aportaba las características de su mascota. En mesas distribuidas alrededor del predio, se ubicaban urnas con los detalles de cada animal -especie, color, raza- para facilitar la búsqueda.
Además, se dispuso la entrega de agua y alimento en un área común, en tanto en aquellos casos que así lo requiriesen, asistencia veterinaria, mientras era incesante la donación de bolsas de alimento para perros y gatos, collares, correas, bozales y mantas.
De golpe, cerrados aplausos en algún sector indicaban que se había producido un reencuentro. Como el de Angélica Sanromán que, literalmente, perdió todo a raíz de la inundación. Incluida Nala, su perra mestiza de color marrón, que a pocas cuadras de su casa, en el barrio de Tolosa, fue rescatada por Paula y Pablo. "No me importa lo material", alcanzó a comentar en medio del llanto la mujer de 71 años, quien no encontraba las palabras de agradecimiento para la pareja.
A lo largo de una jornada en la que la solidaridad y la emoción estuvieron todo el tiempo a flor de piel, se produjeron más de 20 reencuentros, informaron los organizadores.
Entre las tantas historias que surgieron, para Martín Taz y Graciana, el de ayer será un día imposible de olvidar. Llegaron a la plaza con la esperanza de reencontrarse con Pela, su perra mestiza. Y así fue. Diego, un almacenero que trabaja en la esquina de 10 y 68, fue el encargado de devolverles la alegría. Poco después, sin dar crédito a su asombro, se reencontraron con Ema, la otra mestiza que también habían perdido durante aquella trágica jornada. En medio del fuerte temporal, ambas perras se habían extraviado por separado con destino incierto. Aparecieron con 30 cuadras de distancia.
Igual de inolvidable habrá sido el día de ayer para Laura, quien, junto con su bebe, se reencontró con Negrita. O para Rosa, que sufría la pérdida de Bruja desde la noche del martes 2, cuando desapareció de su casa de 69 y 28. Sin embargo, gracias a esta movida solidaria, volvió a disfrutar de su galga, que fue rescatada en la localidad de City Bell. Su mascota recorrió no menos de 15 kilómetros
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