Hace un par de noches platicaba con el amor y me decía:
- El problema es que me tienes miedo.
- ¿Y qué esperabas? - respondí - al final siempre terminas de la misma forma: doliendo.
- No es verdad - replicó -. A veces también duro, poco si no me cuidan o cuando no están listos. Pero también duro mucho si te entregas con valentía, confianza y sin forzar nada. Sin embargo es cierto, no te puedo garantizar nada, porque mucho depende de ti. Pero vamos, ni la vida misma tienes comprada.
Después de tal respuesta, me quedé pensativo, así que a la noche siguiente cité a mis temores y los hice venir. Todos llegaron puntuales y estando ahí reunidos frente a mí, me pronuncié:
- Escuchen. Ustedes y yo hemos pasado mucho tiempo juntos y nos conocemos mejor que nadie. Pero he decidido empezar una nueva vida y me temo que de ahora en adelante ya no habrá lugar para ustedes. El tiempo pasa y el amor no puede vivirse con miedo y quiero vivirlo de nuevo.
Fue raro ver a mis miedos poner cara de miedo y desconcierto, pero en el fondo sé que ellos también estaban felices por mí, porque sabían que finalmente, había aprendido mi lección. Estaba listo y ya no los necesitaba más.
Entonces sonreímos, nos abrazamos y nos dejamos ir. Desde entonces no los he vuelto a ver por aquí y qué bueno, porque ahora todo es mejor.
domingo, 23 de abril de 2017
Mis Miedos
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