jueves, 22 de agosto de 2013

Nostalgia

A veces te enredas en la nostalgia de lo que dejaste atrás y miras por sobre el hombro y recuerdas a tus amigos, tu vieja casa, tu ayer o ese alguien especial para ti.
Puedes llegar a maldecir tu decisión de comenzar el camino y te pierdes en los "cómo hubiera sido si...", otras veces encuentras injusto el precio de tu soledad tu mente menor inventa recuerdos que lo expliquen todo:
Respondes a preguntas que nunca te hicieron e Interrogas a quien no tuviste coraje de preguntar, pero descubres que no hay risa que devuelva lo perdido, lo llorado,
¿Pero tú, estás seguro de haber perdido? Tú no vives de recuerdos sino que los recuerdos viven de ti.
Si esto sucede es porque estás olvidando, estás no-recordando.
 
¿De quién te acuerdas cuando te acuerdas de ti?
¿Del niño que corría entre los árboles?
¿Del joven que soñaba con viajes lejanos?
¿De lo que fuiste ayer?

Todas esas vivencias tienen la marca de lo fugaz: Están escritas en tu memoria como la sombra, pero recordarse de sí no quiere decir tener memoria. La memoria y el olvido son funciones de tu mente menor, en cambio el recuerdo de sí pertenece al ser profundo.

Escucha: tú no has renunciado a amar por seguir la vía, sin embargo puede parecerte que por seguir la vía has dejado de amar.

Recuerda bien no sea cosa que lo que crees que has perdido sea sólo otro juego de tu mente, así como tus recuerdos emotivos pueden ser sólo reflejos condicionados y la historia que añoras un invento de tu nada.

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