Los años y los recuerdos sólo son eso, recuerdos y no podemos vivir eternamente pegado a ellos, hay que saber soltar nuestras cosas, ya pasó, ya tuvimos un amor, ya tuvimos nuestros sueños, ¿que no se cumplieron?… ¡No importa… pues adelante! hay muchos sueños aún por construir, en ti está hacer que los años pasen de la mejor manera.
Nada es eterno, ni siquiera nuestras vidas, las cual Dios nos ha regalado, todo es prestado en esta vida, es difícil enfrentar a nuestro presente porque añoramos demasiado nuestro pasado.
Todo se va, todo termina, lo único que siempre quedará a nuestro lado es lo que Dios tenía para nuestras vidas, lo demás se irá de nuestra vida y nos quedaremos con lo que hemos logrado conservar, que es lo que nos quedará cuando ya nuestro cabello se haya plateado y nuestros pasos sean más lentos.
La vida pasa, y cada vez que se te va un día, ese día ya no vuelve nunca más…
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