Los años pasan... Vivimos lecciones
de vida, aprendemos a indagar en nuestros recuerdos del corazón y a acariciar
lindos momentos que se fueron para no volver más.
Los años pasan... Crecemos en el
alma, ¡pero siempre seremos frágiles en el amor!
Los años... muchos vendrán, o quién
sabe... si nuestra estancia en esta vida sea corta. Nada sabemos del mañana...
ni cuándo nos iremos...
Los años continúan desfilando en la
pasarela del aprendizaje, y nosotros, protagonistas de la vida, nos enfrentamos
a los momentos que nos hacen infelices y nos deleitamos con los felices.
Resumiendo: la vida es un gran baile
donde las almas se encuentran, se tropiezan, se unen y se separan... Cada cual
bailando en los conflictos, en las esperanzas y en la dulzura de momentos de
amor.
Tras todos los años que se fueron,
concluyo que vivir es ser cada cual, en su esencia adquirida.
Con todas las adversidades, con las
lágrimas derramadas, aún así, la alegría de vivir es el mayor regalo envuelto
en papeles de brillantes momentos...
Recordar es vivir un poco más. Vive
tu vida, pues es corta. Valora y ámate a ti mismo, pues nadie, excepto tú, te
conoce. Y no te olvides... nadie se acordará de lo que hiciste bien... Pero
todos se acordarán de tus errores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario