Velo De Novia

LA LEYENDA DEL VELO DE NOVIA

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo una hermosa joven se enamoró de un hombre blanco con quien planeaba contraer nupcias por la iglesia y realizar toda una ceremonia.

Él tenía una vecina y amiga desde la infancia que estaba enamorada de él y sentía celos y envidia por la joven indígena. Tanto era su coraje y desprecio que trataba por todos los medios de ridiculizarla y desprestigiarla ante los ojos de su enamorado quien nunca prestó atención a los reproches y comentarios que ella hacía.

La noche previa a la boda la supuesta “amiga”, tratando de impedir la unión, le dio a beber a aquel hombre una pócima que lo adormeció y aprovechando su inconciencia se metió a la cama con él. A la mañana siguiente, la novia se quedó en el altar esperando inútilmente la llegada de su amado, preocupada fue a buscarlo encontrándolo aún en los brazos de la otra mujer.

Desilusionada y herida en lo más profundo de su corazón, corrió enajenada hacia las afueras del poblado y llegando a la cascada de Tenantongo (Avándaro) se tiró al vacío, atorándosele el velo en una rocosidad y dándole una trágica muerte por los fulminantes 12 metros de la caída.

Horas después, el novio llegó al lugar y al ver a su amada sintió morir él también. Al retirar el velo atorado de la roca, se desprendieron unas más y provocaron que se anchara el cauce del agua formando una apariencia de tul.

Varios días permaneció el infortunado hombre llorando y rezando desde lo alto de la cascada pero en un momento de culpa, desesperación y locura se arrancó el corazón ¡lanzándolo al vacío! Al caer se convirtió en una roca y la sangre que brotaba del cuerpo inerme formó al lado de la cascada un pequeño salto de agua que golpea y hace sonar el pétreo corazón…

Desde entonces se dice que de esta manera su amada lo escucha y sabe desde aquellos tiempos inmemoriales que el corazón de él late de amor eterno por ella, y ella, a su vez, responde aumentando el estruendo de su caída para decirle que su amor es aún más grande.