Seguramente todos hemos visto el reality show de Big Brother o El Gran Hermano, lo que me llamaba la atención era el “Confesionario” donde cada uno se metía y hablaba con la cámara sobre como se sentía, sus dudas, inquietudes, tristezas o alegrías.
Bueno pues como deseo uno de esos ahora mismo, la verdad es demasiado pesado y ya no aguanto la carga, son tantas las cosas que traigo encima que necesito desahogarme de alguna manera y platicarlo con alguien.
Obviamente no todos tienen el tiempo ni las ganas de escucharte, además que no tengo la confianza para estar platicando con alguien sobre como me siento, dinero no tengo para ir con un psicólogo para que al menos me escuchara un rato, y escribirlo aquí en el blog pues como que no.
Normalmente cuando me sentía así me desahogaba hablando conmigo mismo y llorando, al cabo de un rato sentía como me liberaba un poco la carga, pero últimamente ni eso he podido hacer, ya que últimamente me invade la necesidad de llorar en los momentos menos adecuados y cuando hay gente a mi alrededor, así que solo cierro mi garganta y me concentro en otras cosas, para cuando encuentro el momento y el lugar en solitario para dar rienda suelta al llanto, las ganas ya han desaparecido.
Y no me queda de otra que aguantarme y esperar que cuando vuelva la necesidad de llorar me encuentre en el lugar preciso para dejar fluir todo.
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