Un día llegas a casa y encuentras un paquete en la puerta, con una inscripción que dice: "Regalo de tu Creador, Jehová"...
Impaciente entras en la casa a abrir el regalo en su interior encuentras un espejo y una carta que dice lo siguiente:
"Mi querida creación, te doy este espejo para que puedas darte una buena mirada a ti mismo...
¿Qué ves? ¿Un rostro cansado, pequeñas arrugas, ojos que no se pueden mantener abiertos al final del día? ¿También ves tu corazón, tus más profundas emociones y tu estado triste o alegre de la mente?...
Ahora que te has visto a ti mismo, limpia el espejo y mira otra vez. Ahora quiero que veas cómo yo te veo...
Eres una creación de mis manos, eres polvo precioso a mis ojos. Cuando mis ojos escudriñan por la Tierra, mi corazón salta de alegría cuando veo tu amor hacia mí y lo feliz que eres cuando has alcanzado a alguna de tus metas. Veo la belleza de tu sonrisa, la honestidad de tu corazón y la ayuda que das a los demás. También veo cómo buscas por mí todos los días, cómo me encuentras, cómo me hablas y me honras con los labios.
Sin embargo, también he notado otra cosa:
Veo que estás cansado y que sufre tu cuerpo. Sí, ¡veo y siento tu sufrimiento! Soy consciente de que este mundo te está causando esta miseria, que estás harto de la lucha, que estás asustado. Y tu corazón está triste. Por otro lado veo que deseas continuar en mantenerte firme y que tanto tu corazón y tu mente siguen luchando y que no quieres dejarme. Es por eso es que debes saber que lloro cuando lloras, y cuando estás feliz, soy feliz, también. Por favor, deja que yo te ayude, que me permitas protegerte como un padre, quiero ser un bálsamo para tu corazón y tu alma. Déjame mostrarte lo feliz que una vida perfecta puede ser. Yo te conozco!
Por favor no me dejes, porque nuestra amistad y tu gran fe pueden ayudarte a superar todas tus pruebas!...
Al llegar a la final de esta carta, tu le preguntas con corazón humilde:
¡Querido Jehová! Yo no merezco este regalo. ¿Por qué me lo das a mí?"
Y Jehová responderá: "¿No entiendes? Es para ti, porque ¡TE AMO!"
Isaías 41:10,13 “No tengas miedo, porque yo estoy contigo. No mires alrededor, porque yo soy tu Dios. Yo te fortificare. Sí te voy a ayudar. Realmente te mantendré aferrado con mi mano derecha de la justicia. Porque yo, Jehová tu Dios, voy a agarrar tu mano derecha, y te digo, “No tengas miedo. Yo mismo te ayudare."
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